El día de los enamorados

Oh, oh, problemas en el horizonte. Se acerca San Valentín y vamos a tener que hacer un regalo muy especial a aquella persona por la que estamos coladitos. Y no podremos escapar, aunque solo sea por quedar bien, “cumplir”, o estar preparados para responder a un regalo inesperado de ese ligue con el que llevamos poco tiempo. También puede darse el caso de que quieras celebrar tu amor sincero y tener un detalle cariñoso con la persona que amas. Es la tradición. A no ser que seas de aquellos que reniegan de festividades mercantilistas, no tengas pareja o no celebres el Día de los enamorados porque para ti “todos los días son el Día de los enamorados” (va, que no cuela).

El caso es que los grandes almacenes llenan todo de carteles de corazones y nos animan a comprar colonias mareantes (con las que, por lo visto, enamoras no solo a tu pareja, sino a todo el mundo), packs románticos (que luego no sabes cuándo usar), flores (un clásico de toda la vida, pero muy poco original), juegos de la Play (que rara vez se usan en común y a veces provocan más de una discusión), libros (te recomiendo los de David Jasso, son muy buenos),  joyas de diseño (un diamante es para siempre; al igual que la deuda que adquieres con Cofidis), discos (esto cada vez menos, lamentablemente) o lo que sea, pero cuanto más caro, mejor. Y entramos en una espiral consumista en la que parece que el verdadero amor solo se puede demostrar gastando un pastizal.

Y lo peor no es solo eso, sino que se supone que el regalo ha de ser especial, personal y único. Toca devanarse los sesos, a ver si una libreta con un gatito en la portada comprada en el todo a cien, se va quedar corta. Siempre el mismo problema: “¿Y qué porras le regalo?”, clamas a la noche.

No te preocupes. Vamos a ayudarte a solventar este problema. ¡Tenemos la solución!

Te proponemos que regales a tu persona amada un Programa de radio. Sí, como suena. No, nos referimos a una playlist de Spotify ni a dedicar una canción en un programa de radio comercial. Sino a que prepares y realices tu propio programa de radio, con canciones especiales, textos, poemas y contenidos personalizados especialmente para tu pareja. Puede ser un programa divertido (contando anécdotas de cuando os conocisteis, por ejemplo), o intimista y seductor (a ver si esa noche…). Como prefieras. Pero será solo vuestro.

Vale, es mucho trabajo, te lo tienes que currar un poco, pero seguro que le encanta. Y no olvides que ¡es gratis!  Además es un regalo hecho con el corazón y solo para esa persona tan especial. No hay nada más personal. Puedes convertirlo en vídeo poniendo una foto de los dos, subirlo a Youtube y compartirlo con tu pareja. (Pero, ojo, ponlo en privado, no sea que lo vean tus colegas y se pasen un poco). O pasárselo por Whatsapp, pero asegurándote de que no cree que se trata de una broma. O grabarlo en un CD de los de toda la vida, que se guardan para siempre (y así vuestros nietos podrán reírse de lo cursis que eran sus abuelos).

Puedes dárselo para que lo escuche en soledad (si te da un poco de corte) o escucharlo los dos juntos acurrucaditos en el sofá. Pero el éxito está garantizado, utiliza fragmentos de vuestras canciones especiales, música de fondo, efectos de sonido, expresa tus sentimientos y emociones. Y haz un montaje atractivo y emocionante (no hace falta que sea muy largo, a ver si se nos va a aburrir). Lo más importante es que hables con el corazón. Acaricia con tu voz a esa persona especial, susúrrale sueños al oído, hazle ver que tus sentimientos son puros y verdaderos. Haz que se emocione.

Y oye, a triunfar. Es un regalo inesperado y original, de los que no se pueden comprar con dinero, de los que llegan al alma. Y la audiencia (de una única persona) quedará encantada.